
La telepatía puede ser definida básicamente como la comunicación de la mente, de una manera diferente de los cinco sentidos a los que la ciencia material limita al hombre, a saber: vista, oído, olfato, gusto y tacto, siendo vista y oído los sentidos más comúnmente utilizados. De acuerdo con la ciencia material, podría inferirse que si dos mentes se colocan fuera de la posibilidad de comunicarse mediante los sentidos ordinarios, no podría haber comunicación. Y, si se demostrara que bajo tales circunstancias la hubo, sería una conclusión razonable pensar que el hombre posee otros sentidos diferentes a los cinco que la ciencia material le ha asignado o reconocido.
No obstante, los ocultistas saben que el hombre tiene otros sentidos y facultades que aquellos que la ciencia material considera. Sin entrar a profundizar demasiado en este asunto, y limitándonos a los propósitos de esta lección, podemos decir que, además de los cinco sentidos físicos, posee cinco sentidos astrales (contraparte de los sentidos físicos), que operan en los planos astrales y mediante los cuales puede ver, oír, gustar e incluso sentir, sin utilizar los órganos físicos normalmente asociados con estos sentidos. Además de esto, tiene un sexto sentido físico especial mediante el cual percibe los pensamientos que emanan de las mentes de otros, aun cuando estas otras mentes puedan encontrarse lejos en el espacio. Hay un gran punto de diferencia entre este sexto sentido físico especial y los cinco sentidos astrales. La gran diferencia es esta: Los cinco sentidos astrales son contrapartes astrales de los cinco sentidos físicos, que funcionan en el plano astral tal como los sentidos físicos actúan en el plano físico, habiendo un sentido astral que corresponde a cada órgano físico y, aunque la impresión astral no se reciba a través del órgano físico, llega a la conciencia a través de sus líneas, tal como lo hace la impresión recibida a través de los canales físicos. Pero este sexto sentido físico especial (permítasenos llamarlo “sentido telepático”, a falta de un nombre mejor) tiene, tanto un órgano físico a través del cual recibe las impresiones, como una contraparte astral, igual que realmente físico como lo son la nariz, el ojo o el oído, a través del cual reciben tienen los demás sentidos físicos. En otras palabras, tiene un órgano tan verdaderas impresiones “telepáticas” ordinarias, y que es utilizado en todos los casos incluidos bajo la denominación de “telepatía”. La contraparte astral se utiliza en el plano astral en ciertas formas de clarividencia. Aunque es a través del órgano físico telepático que el cerebro recibe las vibraciones, u ondas de pensamiento, que emanan de las mentes de otros.
Enclavado en el cerebro, cerca del centro del cráneo, casi directamente encima del tope de la espina dorsal, se encuentra un pequeño cuerpo, o glándula, de color gris-rojizo y forma de cono, unido a la base del tercer ventrículo del cerebro, delante del cerebelo. Es una masa de materia nerviosa, que contiene corpúsculos parecidos a las células nerviosas, y que contiene también partículas calcáreas, a veces llamadas “arena cerebral”. Este cuerpo es conocido por la ciencia física occidental como “Glándula Pineal” o “Cuerpo Pineal”, habiéndosele adjudicado el término “pineal” a causa de su forma que recuerda la de una piña.
Los científicos occidentales se hallan totalmente perplejos respecto a la función, propósito y uso de este órgano del cerebro (porque es un órgano). Sus libros de texto despachan el asunto declarando solemnemente, “la función del cuerpo pineal no es comprendida”, y no se hace ningún esfuerzo por explicar la presencia y propósitos de los “corpúsculos parecidos a células nerviosas”, o la “arena cerebral”. Sin embargo, algunos escritores de libros de texto, destacan el hecho de que este órgano es grande en los niños que en los adultos, y más desarrollado en las mujeres adultas que en los hombres adultos
— una observación muy significativa.
Durante siglos los yogis han sabido que este “Cuerpo Pineal” es el órgano a través del cual el cerebro recibe impresiones por medio de las vibraciones causadas por pensamientos emitidos por otros cerebros — en pocas palabras, es el órgano de la comunicación “telepática”. No es necesario para este órgano tener una apertura exterior, como la tienen el oído, la nariz o el ojo, porque las vibraciones de pensamiento penetran materia de la consistencia del cuerpo físico, tan fácilmente como las vibraciones luminosas penetran el vidrio, o las vibraciones de rayos X atraviesan madera, piedra, etc.
La imagen más aproximada del carácter de las vibraciones del pensamiento se encuentra en las vibraciones enviadas y recibidas en la “telegrafía inalámbrica”. El pequeño “cuerpo pineal” del cerebro es el instrumento receptor de la telegrafía inalámbrica de la mente.
Cuando uno “piensa” coloca en el éter circundante vibraciones de mayor o menor intensidad, que irradian en todas direcciones así como las ondas de luz irradian de su fuente. Estas vibraciones, al golpear el órgano telepático en otros cerebros, causan una acción cerebral que reproduce el pensamiento en el cerebro del destinatario. De acuerdo con las circunstancias, este pensamiento reproducido puede pasar al campo de la conciencia o permanecer en la región de la Mente Instintiva.
Entonces, para los fines de esta lección, la telepatía puede ser considerada como la recepción por una persona, consciente o inconscientemente, de vibraciones, u ondas de pensamiento, emitidas consciente o inconscientemente por las mentes de otros. Así, la transferencia deliberada de pensamientos entre dos o más personas es Telepatía; y lo mismo es la absorción por una persona de las vibraciones de pensamiento de la atmósfera enviadas por otros pensadores sin ningún deseo de alcanzarla. Las ondas de pensamiento varían en intensidad y fuerza. Desde luego que la concentración por parte del remitente o del receptor, o de ambos, intensifica la potencia del envío y la exactitud y claridad de la recepción
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